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Revista
Latina de Comunicación Social 62 enero
diciembre
de 2007 |
Edita: LAboratorio de Tecnologías de la
Información
y Nuevos Análisis de Comunicación Social |
FORMA DE CITAR ESTE TRABAJO EN BIBLIOGRAFÍAS, SEGÚN LA APA: Ramos Fernández, C. (2007). Comunicación institucional e infancia en la Junta de Andalucía: El programa Andaluna. Revista Latina de Comunicación Social, 62 Recuperado el x de xxxx de 20xx de: http://www.ull.es/publicaciones/latina/200706RamosFernandez.htm [Revisor I: El artículo analiza el programa Andaluna, desarrollado por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, con el objetivo de divulgar entre niños de 6 a 12 años sus derechos y deberes. A través de este relato de experiencia, el autor(a) intenta mostrar la importancia de las campañas de comunicación destinadas a públicos específicos. La serie de dibujos animados Andaluna y Samir, derechos a la aventura es presentada como un ejemplo positivo de uso de los nuevos lenguajes comunicativos para la promoción de los derechos infantiles. Revisora II: Partiendo del análisis del programa infantil Andaluna, creado por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, el artículo profundiza en los procesos de comunicación en los que niños son parte implicada. Para ello, la autora destaca algunos de los recursos educativos utilizados en el programa, haciendo especial hincapié en los valores que transmiten. El enfoque planteado, así como el hecho de centrarse en un estudio de caso, proponiendo una reflexión más allá del mismo, son algunos de los aspectos más destacables del texto.]
Artículo
recibido el 25 de octubre de 2006 Lic.
Carolina Ramos Fernández © [C. V.]
Resumen:
Las instituciones públicas deben tener en cuenta, en sus
campañas
de comunicación, a todos los públicos posibles.
Así,
las entidades que desarrollan programas destinados a la infancia
deben
ser especialmente cuidadosas con las acciones que ponen en marcha.
Para
ello es importante hacer uso de los nuevos lenguajes que ofrece la
sociedad
de la información y buscar la fórmula apropiada para
hacer
efectivo el modelo comunicativo de cada ocasión. Algunas
acciones
se están desarrollando en este sentido. Uno de ellos es el
que
se analiza a continuación: el programa Andaluna de la
Consejería
para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de
Andalucía. Abstract: Public Institutions have to take into account, in their advertising campaignes, every kind of people. Then, social affairs institutions which work for children have to take special cares in their communications. New languages of communication can offer successful formula for this. In Spain there are good examples of this. One of them is Andaluna program, from de andalusian government. Key
Words:
Chidren
public communication social affairs
institutions
television Education Educational Journalism
Social Journalism Civil Rights Andalusian Gobernament
Cartoons Sumario: 1. Introducción. 2. Estudio del caso andaluz. 3. Conclusiones. 4. Bibliografía. 5 Notas Summary: 1. Introduction. 2. A case study of the Andalusian. 3. Conclusions. 4. Bibliographi. 5. Notes 1. Introducción Informar implica, en el caso de los menores, la necesidad de proteger. Proteger dando a conocer los derechos de las niñas y de los niños allá donde se desarrolle el proceso comunicativo en el que participemos; pero, sobre todo, dando cuenta sobre la vulneración de estos derechos cuando se produce. En este sentido, el ejercicio de comunicación debe realizarse evitando desestabilizar el bienestar de los más pequeños y su futuro desarrollo como personas. Así pues, sería conveniente y necesario que las informaciones referidas a menores no vulnerasen los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen de los niños y niñas que se encuentran en situaciones especialmente delicadas. Donde tendría que tenerse en cuenta, por ejemplo, la privacidad de su historia personal. [1] Un derecho que recoge la jurisprudencia de la Ley Andaluza de los Derechos y la Atención al Menor que garantiza la efectividad de los derechos de los niños y de las niñas gracias a una intervención administrativa que conjuga la preservación de derechos y las garantías de los padres y madres. Un compromiso que, en el caso de los menores, debe atender a las necesidades orientadoras y de tutoría que debe desarrollar la Administración. Una administración que, en el terreno de la comunicación institucional y al igual que los medios, debe cuidar al menor o promover sus cuidados tratando sus derechos como elemento de interés prioritario. Una reflexión que, sólo referida a los medios de comunicación destaca la periodista Soledad Galán (2005) pero que debe ampliarse a cualquier emisor en una sociedad donde el acceso a las nuevas tecnologías y a la información pone al alcance de todos y todas numerosos altavoces sociales con los que poder dar a conocer nuestra opinión sobre cualquier tema. Con todo esto hay que tener en cuenta que las instituciones públicas que trabajan con los derechos sociales tienen la obligación de velar por el cumplimiento de los mismos. Para ello realizan campañas de comunicación en las que ofrecen información de sus distintos programas; editan manuales donde se analiza la relación de los medios de comunicación con sectores especialmente vulnerables, como infancia o mujer; se proponen decálogos de buenas prácticas respecto a la información relacionada con temas especialmente delicados como retirada de tutela, los malos tratos o la violencia doméstica, entre otros; e incluso en muchos casos se realiza un seguimiento de la imagen que se ofrece desde los medios de comunicación a través de los observatorios. [2] Sin embargo, esto no es suficiente y encontramos informaciones sobre menores que se elaboran sobre testimonios de padres, madres, personas allegadas de alguna manera a ellas y ellos que acuden a los medios, por ejemplo, para publicitar casos de pérdida de tutela; creyendo que de esta manera se consigue alcanzar el objetivo que pretenden. Momento muy delicado para la situación ya que en muchas de estas noticias o reseñas en el que aparecen los nombres de los menores e incluso las caras de sus padres. Hecho que viola de forma evidente cualquier medida de protección a la infancia, esté relacionada ésta con la intimidad, el honor o la identidad de las personas. Destaca Soledad Galán (2005: 129) que los medios de comunicación tienen la obligación y la responsabilidad de desempeñar un papel crucial en la salvaguarda de los menores. A lo que añade: ( ) en toda suerte de información relativa a un menor, frente al derecho a la libertad de prensa del periodista se halla el derecho del niño a ser protegido en la misma. No obstante, en el mundo informativo se olvida, demasiado a menudo, que el menor también posee derechos. Derechos éstos cuya vulneración (al obviar su naturaleza en determinadas informaciones que versan sobre aquél) puede potenciar la estigmatización del niño, dentro y fuera de su entorno, e influir, por tanto, de forma negativa, en su bienestar psicológico y en su futuro desarrollo. Esta vulneración de los derechos de los más pequeños no se pueden contrarrestar desde los organismos públicos ya que los expedientes son secretos, precisamente para evitar la estigmatización de los menores. Pero sí puede protegerlos contra el uso y la violación de otros derechos poniendo en marcha acciones que fomenten el cuidado y el respeto a los sujetos de la acción comunicativa. Y una de las maneras es incentivar la creación audiovisual responsable; promoviendo y financiando productos que tengan como finalidad primera el promover su bienestar social, espiritual y moral además de su salud física y mental. 2.
Estudio del caso andaluz Un trabajo con el que la Junta andaluza busca hacer contrapeso de otros fenómenos que sirven de patrón en la actualidad y que no apuestan por valores positivos ni explican los derechos y deberes de la infancia en una sociedad donde la información tiene un papel determinante en los individuos. Así, Andaluna pretende convertirse en el referente del bienestar de los menores que viven en Andalucía y es la estrella de la campaña divulgativa Conocer vuestros derechos es importante de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social. Para ello la Dirección General responsable fue diseñando y ejecutando diferentes estrategias que, primero, dieran a conocer entre los menores al personaje; y, segundo, se consolidara como ejemplo e incluso líder de opinión entre los más pequeños con la intención de que sus mensajes calaran en el intelecto de éstos y de los mayores que les rodean. [3] Se trata, pues, de una campaña que, aunque está dirigida a los menores tiene muy en cuenta la supervisión de los mayores. Una participación en la selección de los contenidos televisivos que ya se ha destacado en algún que otro trabajo donde se afirma que ( ) los programas supuestamente más especializados en el público de menos edad son vistos prioritariamente por espectadores mayores de 18 años . [4] Aunque el objetivo ideal es que los mayores participen en la recepción e interactúen con ellos en su comprensión. De esta manera, durante los últimos cuatro años, se ha realizado material promocional en muy diferentes formatos y soportes (libros, representaciones teatrales, una página web propia etc); aunque uno de los más destacados fue la entrega gratuita de 230.000 Cd´s a través de diversos medios de comunicación escrita de toda Andalucía. [5] Pero, sin lugar a dudas, fue la serie de microespacios musicales Andaluna te enseña sus derechos el que mejor aceptación tuvo. En ellos el personaje de Andaluna cantaba pequeñas canciones de unos 30 segundos en las que abordaba los diez derechos de los niños y de las niñas. Todos ellos con historias independientes entre sí y con un significado cerrado dentro de la campaña televisiva. [6] A partir de este momento, la campaña se desarrolló, fundamentalmente, a través de la televisión. Opción que se va venido reforzando con el desarrollo del programa de comunicación en este medio dado que los estudios han ofrecido cifras rotundas sobre el consumo de la misma en Andalucía. Así, en el año 2003, la población andaluza de 1 a 15 años que consumió televisión todos los días alcanzaba el 87,3 %. La frecuencia media de este consumo se estableció entre 1 y 2 horas diarias (41,1%); seguido muy de cerca de un consumo de entre 2 y 3 horas diarias (30,6%). [7] En este sentido, la Consejería aboga por un uso y consumo responsable de la televisión, siendo consciente de la validez que tiene como elemento que ayuda a los menores en su vida diaria. Lo que refuerza un estudio de la Universidad de Granada respecto a la influencia de la televisión en la infancia y la adolescencia donde llegar a decir:
Los
niños/ as ven la televisión como un elemento que les
ayuda
en su interacción cotidiana, no sólo con sus padres y
profesores
sino también en la relación con otros adultos y sus
padres.
La televisión les da soluciones y respuestas a los problemas
que
se encuentran a diario, y a través de la televisión
subliman
y dan salida a emociones y sensaciones que por otros medios, no
pueden
realizar. [8] Elaborados con técnicas de animación en tres dimensiones, la serie tiene una estructura fácilmente reconocible pues tiene la misma entrada y la misma salida en cada capítulo. Así, en una imagen introductoria aparece un cuadro de diseño y color con el dibujo de Andaluna y una voz en off que dice la frase: Andaluna te enseña tus derechos; y, al final de cada uno de los microespacios, la propia niña repetía la frase: Conocer vuestros derechos es importante. Como ya se ha señalado anteriormente, la música es uno de sus ingredientes fundamentales. Se trata de uno de los elementos con los que se consigue mayor expresividad en la publicidad y, conscientes de ello, se ha tomado como base de los mensajes que se emiten a los niños y niñas de entre 6 y 12 años. De ahí que se cuide mucho la correcta utilización de la música y de la voz en la emisión de cada uno de los mensajes y que cada microespacio emplee un estilo musical diferente, sea clásico o contemporáneo. Lo que contribuye también a atraer la atención de los niños y de las niñas; así como a aumentar la atención y el recuerdo del mensaje al recordar sus melodías pegadizas. Con este fin las letras
de las canciones están compuestas en rima, lo que favorece el
aprendizaje
de los contenidos haciendo que la información sobre los
derechos
se difunda y recoja de una forma amena y divertida. El espacio en el que
se localizaban estas entregas se parece a un escenario teatral. Lo
que
muchas personas tengan la impresión sea la de estar
presenciando
una actuación en directo sobre un escenario. Sin embargo, la imagen
de cada espacio no se centra sólo en el baile y la figura de
Andaluna
cantando; también cuenta con secuencias animadas que apoyan
el
mensaje transmitido sobre el contenido de cada derecho y la forma
correcta
de ejercerlo. O de cada obligación y la necesidad de que se
realice
para beneficio de la colectividad. Otro aspecto importante de aquella primera campaña televisiva fue el empleo del color. Eran colores intensos, utilizados con un alto nivel de contraste que acompañaban a unos movimientos de cámara que se basan en el empleo del zoom, jugando con el primer y segundo término de la pantalla. Características que, hoy día, se mantienen. En lo que respecta
al ritmo hay que destacar que se ha cuidado de que el mensaje cale
haciendo
que el montaje de las mismas sea pausado. Con la idea de que se deje
tiempo
suficiente para la reflexión sobre lo que se está
viendo
y para que se pueda asimilar el contenido del mismo; aunque sin
renunciar
al ritmo que le marcan las diferentes músicas trabajadas en
cada
microespacio. Estos microespacios
se difunden, de forma gradual y desde abril de 2006, dentro de un
programa
dirigido al público infantil titulado La Banda
que
produce y emite la Radiotelevisión Pública de
Andalucía
y que se emite por Canal 2 de Andalucía; Canal Sur
Televisión
y, por satélite, en Andalucía
Televisión. Dada la buena acogida
que tuvieron estas entregas audiovisuales, la Consejería
andaluza
consideró interesante desarrollar esta línea de
trabajo.
Así, ha creado una serie de animación pionera en
España
titulada Andaluna y Samir, derechos a la aventura; un
producto
con el que se quiere, como ocurría en anteriores entregas del
personaje,
difundir los contenidos de la Ley del Menor de Andalucía y
con
los cambios sociales que se están produciendo en nuestro
país,
sobre todo con la emigración y con los intercambios
culturales
que se producen a este respecto. La realización
de esta serie llama también la atención al ser un
trabajo
de elaboración propia. Un hecho que no resulta fácil
de
encontrar pues en la mayoría de los casos, los programas
contenedores
se dedican a la emisión sucesiva de diferentes series de
dibujos
animados realizados por productoras foráneas.
La serie consta de 13 capítulos y los
protagoniza,
de nuevo, Andaluna, acompañada en esta ocasión por su
vecino
y amigo marroquí, Samir; y un grupo de niños y
niñas
con diferentes discapacidades y nacionalidades de unos 9
años.
[9] Localizada en el nuevo
centro escolar de la protagonista, el colegio Mayorines, la serie
tiene
como argumento las peripecias y aventuras diarias que viven estos
pequeños
y pequeñas durante el curso escolar. Acciones que permiten
tratar
temas que se consideran de especial interés para
el
desarrollo armónico de la personalidad de los más
pequeños
que se suceden de forma didáctica y divertida. Argumentos que
quedan
claros a los espectadores desde el primer capítulo, titulado
Mi
nueva escuela donde se aborda la integración de las
personas
extranjeras haciendo que, en esta ocasión y por su
condición
de recién llegada, sea Andaluna la que no se siente parte de
la
clase. Cada uno de los capítulos
tiene una duración aproximada de 15 minutos y recrea
contenidos
educativos que tienen relación con los derechos ya
mencionados. La igualdad y la no
discriminación marcan el tono en el que se desarrolla cada
capítulo.
Acciones que toman como punto de partida la mirada de los más
pequeños
que sirve como cámara que proyecta, en cuanto les rodea, sus
razonamientos
y conceptos. En este sentido, llama la atención el
capítulo
tercero de la serie, titulado Menudo anuncio, en el que
tomando
como punto de partida la grabación de un spot televisivo para
un
juguete se denuncia la forma en que se coarta la libertad de los
más
pequeños al dirigir sus gustos hacia muñecas u otros
juegos,
tomando su sexo como única referencia. De esta manera, esta
campaña
de comunicación adquiere un valor formativo además de
informativo
pues pretende garantizar a los niños y niñas las
condiciones
para formarse un juicio propio, puedan ejercer el derecho a expresar
su
opinión libremente, sobre todo en aquellos asuntos que le
afectan
directamente. Lo que viene a ser el cumplimiento del artículo
12
de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptado
por
la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre del
año
1989. Además, a través
de los más pequeños conocemos no sólo a sus
familias,
amigos y amigas, su colegio o sus aficiones y problemas; sino
también
el concepto que tienen acerca de cada una de estas realidades que
les
rodean. Un mundo que diariamente descubren y sobre el que aprenden
los
derechos que les protegen y los deberes que les corresponden.
Deberes
que en este caso se concretan en estudiar, respetar a los
demás,
ser responsables, solidarios, a ser pacíficos,
etc. Así, cada uno
de los 13 capítulos se desarrolla en torno a un contenido
educativo
apostando por un comportamiento responsable e informando de unos
derechos
adquiridos que guardan relación con ellos. De forma
sintética
habría que destacar:
De forma transversal,
la serie contiene otros mensajes relacionados con la
autonomía
personal, la educación para la paz, el respeto por los
demás,
la aceptación de uno mismo, etc. Para ello hace protagonistas
a
personajes que, en otras series, serían objeto de la
beneficencia
de sus compañeros y compañeras; no personas activas
que
participan por igual de las aventuras que se proponen ya que sus
limitaciones
motoras o psicológicas son compensadas por los demás
con
comprensión y ayuda.
Según la Consejería su principal
preocupación
al crear este producto era conseguir un producto con calidad que, al
mismo
tiempo, transmitiera los contenidos y valores didácticos
adecuados
a la franja de edad entre 6 y 12 años, (
)
haciendo
especial hincapié en su función educativa. [11]
Objetivo que se pretende conseguir haciendo que la serie
proporcione,
además de valores, información que permita mejorar el
estado
de bienestar de la población infantil andaluza. Hecho por el
que
los personajes han sido concebidos desde la igualdad, con
planteamientos
no sexistas e integrando valores multiculturales en sus tramas y
relaciones.
Además, se ha prestado especial atención al hecho de
que
los mensajes permitan ir desterrando estereotipos en torno a las
personas
con algún tipo de discapacidad; que permitan fomentar y
favorecer
la integración total de las personas discapacitadas en la
sociedad;
y, demostrando el valor de determinadas habilidades sociales frente
a
problemas como la violencia entre iguales o cualquier tipo de
maltrato. Así, si analizamos
los personajes protagonistas podemos descubrir cómo,
además,
se combinan nuevos problemas, con temas conflictivos heredados de
tiempos
anteriores. Es el caso, por ejemplo, de que aparezca un personaje de
etnia
gitana, llamada Margarita. Con quien se integra uno de los temas
sociales
que durante muchos años marcó la agenda de
Andalucía.
Situación que se soluciona dándole un papel
protagonista
a este personaje; lo que indica que es parte integrante que hay que
tener
en cuenta en la sociedad actual de la Comunidad
Autónoma. En general todos los
personajes de la serie son curiosos, enérgicos y están
tratados
de forma positiva; cada uno de ellos tiene una debilidad por
materias
del conocimiento diferentes y se emplea en la dramaturgia para
ilustrar
o denunciar dependiendo del caso diferentes situaciones
de
la realidad cotidiana. Así, los seguidores de la serie no
sólo
conocen a los personajes protagonistas, sino el entorno que rodea a
cada
uno de ellos y ellas; haciendo especial énfasis en la
organización
familiar en la que se encuentra y su compromiso con algún
aspecto
de nuestra vida que se encuentra amenazado en algún momento.
Planteamiento
que se utiliza, por ejemplo, para conseguir la normalización
de
los diferentes tipos de familias que se dan en la actualidad
-haciendo
que no exista discriminación en este sentido-, para
introducir
nuevos argumentos vinculados con el ejercicio de los derechos de los
menores
o de los temas transversales relacionados con ellos. Especialmente importante
es el tratamiento que recibe la familia como eje de la identidad de
los
menores porque sirve, además, para introducir a otro sector
especialmente
sensible a la desprotección: los mayores. Así, uno de
los
personajes, Margarita, vive con su abuelo Camilo, de quien aprende
numerosas
cosas que comparte con sus amigos y amigas. A este tema dedica
incluso
uno de los capítulos, el numerado como 2 y titulado
Querida
Paula, en el que Andaluna describe en una carta a una antigua
amiga
suya la cantidad y variedad de familias diferentes que tienen sus
nuevos
amigos y amigas de Villa Redonda. Los adultos que aparecen
en la serie también se encuentran tratados en esta
línea:
personas activas, que participan en su entorno social, etc Y que, en
el
caso de las mujeres, por ejemplo, desarrollan papeles que
tradicionalmente
se han vinculado al rol masculino. Así, Elena, la madre de la
protagonista
es agente de policía; la madre de Samir es la presidenta de
la
Asociación de Vecinos al tiempo que regenta una
juguetería
con su marido; la madre de Margarita, Aurora, es veterinaria;
Sofía,
la madre de Aarón, es agente de Medio Ambiente,
etc. De esta manera, la
Consejería quiere evitar que se alimenten los estereotipos
que
abundan en otros productos audiovisuales, en los que el dibujo es
bien
distinto al que se promociona según el estudio de
García
Martilla; callejo Gallejo y Walzer (2004: 150): Se ha observado
que predomina de forma significativa un estereotipo masculino
mayormente
alejado del tradicional: muchos de los personajes masculinos adultos
aparecen
como seres torpes, poco hábiles, ingenuos, incluso tontos
(
)
En contraposición, en esas mismas series, en ocasiones los
hijos
varones aparecen como personajes astutos a causa de su habilidad
tecnológica. Un hecho que no ayuda
a fomentar el respeto por los demás, en especial por los
padres;
con los que no se cuenta en ningún momento ni siquiera como
ayuda
en alguna situación compleja o de peligro para el menor.
Valores
que sí aparecen tratados de forma positiva en la serie
andaluza. En este sentido, hay
que añadir respecto a la imagen femenina lo que el estudio de
García
Martilla; callejo Gallejo y Walzer (2004: 150) añade a este
respecto,
pocas líneas más abajo: Encontramos
una imagen femenina muy potente, reforzada en contraposición
con
el estereotipo masculino dominante. (
) Especialmente en las
series
de dibujos animados se observa una tendencia a la
adultización
dela figura femenina, incluyendo la infantil. En ocasiones, las
niñas
aparecen como personas competitivas.
En
este sentido, la Consejería para la Igualdad y Bienestar
Social
de la Junta de Andalucía está haciendo que otras
empresas
de la Administración pública se impliquen en los fines
educativos
de su campaña. Así, no es aleatoria la elección
de
Canal Sur Televisión y Canal Sur 2 como medios de
difusión
ya que estamos ante un servicio público que tiene la
obligación,
desde sus propios estatutos, de poner interés en los
servicios
informativos y en los asuntos relacionados con la educación y
la
cultura. [12]. Pues no hay
que olvidar a este respecto que, como señala Juan Luis
Manfredi
(2004: 175) la idea de servicio público en televisión
es
múltiple y (
) tiene
sentido en tanto que se refiere a la sociedad civil, en general, y
al
ciudadano en particular, esto es, está dirigida a todos y
cada
uno de los miembros de la comunidad, sin exclusiones por
razón
de género, edad, grupo social, nacionalidad o cualquier otra
singularidad. Y esto incluye a los
menores de edad, aunque muchas veces se les olvide a los
responsables
de las cadenas de televisión pues también son
audiencia.
Público que hay que cuidar, alimentar y educar con buenos
productos.
Y la comunicación institucional, en este sentido,
todavía
tiene mucho que -Galán, Soledad, 2005: La libertad de prensa ante la protección a la infancia, Sevilla: Consejería para la Igualdad y Bienestar Social. -García Matilla, Agustín; Callejo Gallego, Javier y Walzer, Alejandra, 2004: Los niños y los jóvenes frente a las pantallas. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. -Manfredi
Sánchez, Juan Luis, 2004: La televisión
pública
en la transformación del estado del bienestar, Sevilla:
Instituto
de Administración Pública. -VV. AA, 2006: Tecnologías de la información y comunicación. Estado de la infancia y adolescencia en Andalucía. Sevilla: Observatorio de la Infancia en Andalucía. -VV. AA, 2006: Andaluna y Samir. Dossier de información sobre la serie animada. Sevilla: Consejería para la Igualdad y Bienestar Social. -VV. AA, 2004: Ley de los derechos y la atención al menor, Sevilla: Consejería para la Igualdad y Bienestar Social. -VV.
AA, 2004: Plan Integral de Atención a la Infancia en
Andalucía,
Sevilla: Dirección General de Infancia y Familia,
Consejería
de Asuntos Sociales, Junta de Andalucía. 5. Notas [1] El artículo 20 de la Constitución Española regula el derecho a la información, restringe y regula la capacidad de ofrecer contenidos que sobrepasen los límites del respeto a los derechos reconocidos. Especialmente los que afectan al honor, la intimidad, la propia imagen y la protección a la juventud y de la infancia. [2] En Andalucía existen dos observatorios: uno dedicado a la población menor de edad de Andalucía y otro que trata sobre la relación entre mujer y publicidad. Los dos tienen portal propio donde se puede ampliar la información referida a las acciones que realizan. El dedicado a la infancia se encuentra en la dirección: http://oiasrv.easp.es/oia/esp/index.aspx; y el Observatorio Andaluz de Publicidad No Sexista cuenta con la siguiente dirección: http://www.iam-publicidad.org/ [3]
La campaña televisiva Conocer vuestros derechos es
importante
se hizo coincidiendo con la celebración del Día de la
Infancia
en Andalucía. [4]Los niños y los jóvenes frente a las pantallas, p. 149. [5] Este CD contenía dos canciones Los derechos de niños y niñas e Integra. La primera de ellas sobre los distintos derechos reconocidos a la infancia en la Declaración y en la Convención de los Derechos del Niño; y la segunda canción trataba aspectos relativos a la integración de las personas. [6] La Ley andaluza 1/1998, de 20 de abril, de los derechos y la atención al menor, recoge los derechos de los niños y niñas en Andalucía en sus artículos del 5 al 14. En concreto estos son: Derecho a la identificación; Derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen; Derecho a la información y a una publicidad adecuada; Derecho a la prevención de los malos tratos y de la explotación; Derecho a la integración; Derecho a la salud; Derecho a la educación; Derecho a la cultura, ocio, asociacionismo y participación social de la infancia; Derecho al medio ambiente y Derecho a ser oído. [7]
En este sentido hay que explicar, además, que el sector de
edad
de 12 a 15 años es el que más consumo televisivo
presentó
con una media de entre 2 y 3 horas diarias. Aunque llama la
atención
también que un 16% llegó a estar más de tres
horas
diarias. Un comportamiento que, según los estudios del
Observatorio
de la Infancia en Andalucía, es inverso al que sucede en la
Unión
Europea. Tecnologías de la información y
Comunicación,
p. 11. Lo que demuestra, una vez más, que La
televisión
sigue siendo el medio de comunicación con mayor grado de
implantación
en la sociedad española, Los niños y los
jóvenes
frente a las pantallas, p. 17. [8] Influencia de la televisión en la infancia y la adolescencia andaluza, p. 67. [9] Es importante el tratamiento de la inmigración en el proceso educativo de los más pequeños pues, como se ha puesto de manifiesto en numerosas ocasiones: Andalucía es la tercera Comunidad Autónoma, después de Cataluña y Madrid, con mayor número de residentes extranjeros. En el año 2001, y según la estadística de variaciones residenciales (Instituto de Estadística de Andalucía), se produjeron en Andalucía un total de 139.871 inmigraciones. En los últimos años, la tendencia de crecimiento ha sido constante, como así señalan los datos aportados por el Plan Integral para la Inmigración en Andalucía, aunque en el año 2001 se produce un leve descenso respecto al anterior (153.894 inmigraciones). Si bien la población inmigrante está constituida fundamentalmente por adultos en edad activa, de las inmigraciones producidas en el año 2001, los menores de 16 años representaban un total de 24.248. Este hecho debe ser tomado en consideración con el fin de proporcionar una respuesta sistemática y estructurada que permita afrontar las necesidades y demandas de servicios que a distintos niveles y áreas (educativa, sanitaria, económica, social ) se presenten, tanto en el momento actual como las previstas para los próximos años, Plan General de Atención a la Infancia, p. 2. [10] Influencia de la televisión en la Infancia y la adolescencia, p. 84. [11] Dossier de presentación de la serie Andaluna y Samir, p. 5. [12] La televisión en la transformación del estado del bienestar, p. 177. |
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